La comida había terminado y con ella, el bullicio típico de los platos chocando con tenedores y cucharas. Birria de chivo, un deleite para la mayoría de los mexicanos, pero que no es mi preferida de esta gastronomía.

En ese momento yo prefería la soledad, y con la excusa de buscar algo en el auto aproveché para a echarme un cigarro (no le digas a nadie).

Estaba indigesto, pero no por la comida, sino por un comentario.

El anfitrión aquella vez era un tipo muy exitoso derivado de las nuevas tendencias de internet y marketing digital.

Se movía mucho, conocía mucha gente, y muchos de ellos eran auténticos millonarios derivados también de la misma actividad.

“Influencers”, se les dice.

Unos días antes había pasado algo en Europa que movió mucho los mercados y salió el tema de Forex en la conversación. Él sabía que yo era Trader, y me preguntó sobre eso.

—¿Cómo te fue con el euro? ¿Perdiste mucho, o perdiste todo?

Así, con toda la carga de la ironía que te puedes imaginar, metiendo una chicana artera como quien sabe que tiene ganada la partida.

Y sin embargo, sí que el movimiento me había afectado, pero no de la forma en que él pensaba. Estaba esperando una onda “C” de mi análisis de Elliott y, aunque no pude aprovechar todo el movimiento porque el precio me deslizó la orden, lo mismo me había levantado esa mañana con la sorpresa de que la orden pendiente se había activado y tocó mi Take Profit en una zona precisa, antes de rebotar al alza con fuerza.

Sintiendo que tenía cuatro ases en una mano de póker, contesté con seguridad.

 

—Ah, si, fue un movimiento muy fuerte. Gané poco más del 2%. Es que en Forex ganamos en compra o en venta, es un mercado bidireccional.

 

Pero la otra persona no se iba a quedar callada. Yo creía que mi mano era fuerte y sólida, pero era una ilusión. Se me secó la boca cuando “veo sobre la mesa” que esta persona tenía una Escalera Real de Color.

 

—Hace un par de meses estuve en una convención de Marketing en Florida. Salió el tema de Forex entre los amigos que tengo y Fulano de tal (dijo el nombre y claro que sabía quien era, un Influencer latino muy conocida en Estados Unidos) comentó que conocía a muchos millonarios, entre “multiniveleros”, “infoproductores”, “bloggers” y vendedores de todo tipo. Pero que jamás en su vida (y eso que conocía a mucha gente), conoció a alguien que se hubiera hecho millonario en Forex. Ni siquiera alguien que le fuera bien.

 

No fue dinero lo que perdí. Y créeme, las cuestiones de orgullo me valen “pa´pura madre” como dicen coloquialmente en tierras aztecas.

Lo que realmente dolió, es que tenía razón.